lunes, 29 de noviembre de 2010

LO NUESTRO

Te busqué y ya no estabas,
ya no estabas corazón;
Te busqué y en mi espalda
ya no había luz de sol.

Me asusté, salí corriendo
y creyendo lo peor;
que te habías extraviado,
que moriste corazón.

Te busqué lo que en el cielo
el sol cruzarlo se demora;
cuando huyó del firmamento,
me tomé un café a solas.

Lo tomé en donde siempre,
con azucar en dos dados,
lo tomé como remedio,
me encontraba tan cansado

Que me heché sobre la mesa,
cuando pronto oí tu voz,
no hay qué se le paresca,
supe que eras tú, mi amor.

Yo no estaba en nuestra mesa,
pero vi que tu sí estabas,
sonriendo a una persona,
esa alegre que te hablaba.

luego vi que la mesera,
dos cafés ahi les dejaba,
reposando en nuestra mesa,
con tu mano en su cara.

Pude ver que en nuestra mesa,
nuestro amor se terminaba,
nuestro espacio se envenena,
de lo nuestro ya no hay nada.

Por que así tú lo quisiste,
nuestra historia se acabó;
aun que viva eternamente
dentro de mi corazón.

Alonso Quijano
Pucallpa - 29/11/10

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