miércoles, 3 de noviembre de 2010

L'CAPITAINE

Era yo y mis vasallos
esos diez que allí corrían;
¿Quienes son? se preguntaban,
y asombrados sonreían.

Era yo un jinete blanco,
y los nueve cremas iban
tras el sable que en mi mano
el camino les abría.

Y la gente sonreía,
se decían "están locos"
Estarán los otros nueve
por que yo no estoy ni un poco.

Miren bien mi vestimenta,
es que soy un comandante,
mira el sable, esta foto
del momento de graduarme.

Y era él con la camisa
amarrada a sus espaldas,
y era él quien no decía,
en la foto él gritaba.

¡Yo sí soy un caballero!
¡hasta tengo propia espada!
Señalando un madero
que el doctor ya revisaba.

No es fácil ni complejo,
simplemente es lo que es,
creo ser un caballero
y así me moriré.

Fue lo último que dijo
cuando yo le pregunté,
hace tantos, tantos años
que pasó aquella vez

que cruzabas ese campo
con tu capa de papel,
en las manos ese palo,
y calzado en los pies.

Comandaba a mis vasallos,
pues querían recorrer
esos pastos a mi mando,
¡ah! recuerdo aquella vez.

Alonso Quijano
Oxapampa - 03/11/10

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