lunes, 27 de septiembre de 2010

ALONDRA


Y en la tarde, ya oscura,
una luz veo en el cielo;
se me acerca, me conversa,
me acompaña en el duelo.

Y esa tarde, ya oscura,
se ilumina por completo;
fue quizás aquella Alondra;
la que vino a mí en vuelo.

Desde lejos, muy, muy, lejos,
pero al fin me acompaña;
como amiga, como un ave
me acurruca entre sus alas.

Como amiga, como un ave,
a volar me ha enseñado;
tras caer, a levantarme,
que sí hay sol, tras lo nublado.

Alonso Quijano
Lima - 27/09/10

Pd.- Para tí, Alondra,ave
de esperanza

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