domingo, 6 de febrero de 2011

PROMESA

En silencio,
pude oír sonar mi lira enmudecida;
y tomé la mar cual punto de partida,
e intenté sólo escribir.

Me di cuenta
que el silencio es manifiesto de ansiedades,
de palabras, de vocablos, de verdades,
y esta, hoy, es mi verdad.

Tengo ganas,
tantas como ver el sol por la mañana,
de mirar tus ojos y hablar de nada,
de escucharte y de soñar.

Sé que esto
puede incluso hasta tildarse de incierto,
de imposible, de que todo sea un juego,
de imposible irrealidad.

Pero de eso
yo me encargo, mira déjame hacerlo,
deja que me quede abajo de tus huesos,
calentando el corazón.

Y al buscarme,
si no estoy aquí a tu lado y te asustaste
solo cierra los ojos un instante,
oye el ritmo, el corazón.

Que he de hablarte
cada vez y siempre, he de consolarte,
sé que pronto frente a frente he de mirarte,
pero ahora sólo queda despertar.

Alonso Quijano
Mollendo - 06/02/11

No hay comentarios:

Publicar un comentario