sábado, 13 de febrero de 2010

A MARÍA MAGDALENA

Magdalena de mi alma, no llores,
que este ser ya se encuentra a tu lado,
ya no llores por esos amores,
ven y abrazame, estoy a tu lado.
Magdalena dibuja una risa,
que tus ojos merecen descanso,
anda y muestrame una María,
que son bellos, muy bellos tus labios.
Magdalena, tú nunca estás sola,
mi alma siempre camina a tu lado,
si tropiezas seré yo la alfombra,
que ese golpe te habrá amortiguado.
Magdalena, no soy ningún cristo,
y aún así lloras tú a mi costado,
sabes, yo sólo soy un amigo,
sabes, yo sólo soy un hermano.
Magdalena, hermana oh mia,
os dedico a ti mi poema,
Magdalena, por ti doy mi vida,
yo te amo con todas mis fuerzas.
Magdalena de mi alma no dudes,
que haya siempre firmeza en tus pasos,
que por siempre de todo disfrutes,
al dolor no le hagas más caso.
¡Basta ya! Magdalena de llanto,
alegría en su alma dibuje,
la amistad nos unión en un abrazo.
y nos dijo " por siempre disfruten "
Mi poema hoy va dedicado,
a esa gente que quiero deveras.
Consideren mi humilde regalo,
mi regalo a ti, Magdalena.
Alonso Quijano
Mollendo - 13/02/10
Pd: este poema va dedicado
a mis mejores amigas, con
todo el afecto, ternura y
sobretodo aprecio, para
Fa, Ka, Ma, Ki, Ro, Ky,Te
TE ODIO

Tú no tienes ni una idea,
de lo mucho que te he amado;
tu presencia, a mi ajena,
mucho tiempo me ha ignorado

Bella infamia, sólo el odio,
sólo mi odio os has ganado,
con a fuerza que te quise,
a tu ser tendré que odiarlo.
Y mi odio será fuerte,
será fuerte como el viento,
como el viento en mi frente,
y en mi frente habrá un recuerdo.

De lo mucho que te quise,
de lo poco que te quiero,
del amor que no me diste,
de que nada a sido cierto.
De que nunca tú me amaste,
a pesar que yo te he amado,
a pesar que me olvidaste,
nunca yo te había odiado.
Pero tú no me comprendes,
ni comprendes lo que siento,
como no puedo olvidarte
te odiaré por que te quiero.
Hallarás así en mi odio,
a la fuerza de los mares,
que iracundo no hará treguas,
ante el odio que inspiraste.
Y si de algo estoy seguro;
no me estoy equivocando,
al decir "sólo se odia
lo que antes ya se a amado"
Alonso Quijano
Mollendo - 13/02/10
HE PECADO
No recuerdo quien soy,
ni siquiera quien fui;
hoy maldije al amor,
lo maldije por ti.
Por la desilusión,
que en mi ser tú dejaste;
por la desolación
al abandonarme.
¿Qué nunca pensaste
que fuimos amigos?
tú nunca me amaste
¡yo sueño contigo!
Mas sueño verdades,
en sueños me ignoras;
por más que haga un viaje,
del sol hasta Roma.
Tú siempre me ignoras,
princesa ignorante;
confieso, he pecado,
he pecado al amarte.
Alonso Quijano
Mollendo - 13/02/10
UN POEMA AL AMOR

Yo sabía que era malo
predicar que yo te quiero,
todo esto ha empeorado.
triste tarde de febrero.
Tristes tardes de febrero,
son así las que he vivido,
y por más que lo deseo
olvidarte no he podido.
No olvido el abandono
a mi alma ilusionada,
yo recuerdo casi todo
lo que tú no recordabas.
Ya que ahora no recuerdas
que tu ser no fue sincero
al tus manos abrazarme
escuchando mis " te quiero"
Pero ahora, esta tarde,
esta herida se me a abierto;
siempre me hace recordarte
esta tarde de febrero.
Y aún que ahora sea doce,
mucho peor será el domingo,
cruel domingo, cruel catorce,
¡brinda paz a los cautivos!
De amor que no responde,
del que amó sin ser amado.
A ella sólo corresponde
un castigo inhumano.
Mas no puedo castigarla,
pues si llora en mi hay dolor;
esas lágrimas son letras
de un poema al amor.
Alonso Quijano
Mollendo - 12/02/10
PERDÓN

Yo te extraño más que antes,
hoy recuerdo tu partida;
cuando todo abandonaste,
y partiste en dos mi vida.
Y una parte te llevaste,
en tu bolso de viajera;
y la otra me dejaste
junto al beso que te diera.
En la tarde, aquella tarde
cuando nada aún pasaba;
tarde previa a aquel desastre,
que mató completa el alma.
Hoy te extraño más que antes,
sin pensar en el ayer,
pues en mi tú estás constante
y sin mirarte, mi alma vé.
Hoy quisiera a ti gritarte,
¡traicionaste mi querer!
hoy quisiera perdonarte
y decirte " yo no sé"
"yo no sé por que perdono
si no quieres mi perdón,
yo no sé por que te adoro
si es que en ti no existe amor"
Mas con todo te perdono.
yo te birndo mi perdón.
Alonso Quijano
Arequipa - 10/02/10

sábado, 6 de febrero de 2010

INTI

Eres tú la pesadilla,
que mi sueño atormenta;
la que nunca se me olvida.
la que el miedo incrementa.

Porque cada que recuerdo,
tu mirada, el cielo brilla;
calentando el frío cuerpo
con su luz tan amarilla.

Es que tú eres un recuerdo,
tanto dulce, como amargo,
tanto claro, como oscuro,
tan iluso y aferrado.

A la espina de mi espalda,
al talón, aquel de Aquiles,
mi costilla, la doceava,
eres tú, y no me sirves.

Mas si intento eliminarte,
algo extraño en mi sucede,
pues matarte es matarme,
pues si ti mi alma muere.

¡Maldición!¿Por qué sucede
que ella es cruel como la luna?
que ella es bella y tan distante,
que es hermosa e insegura.

Pues si intento acercarme,
ella huye, cual la luna;
acabando así mi noche.
con un sol que nunca duda.

Nunca duda en abrazarme,
desde hallá en el firmamento.
Inti, taita, no te apartes,
que la luna es mi tormento
Alonso Quijano
Mollendo - 05/02/10

martes, 2 de febrero de 2010

EL VIAJE
Frío, abriga mis tristezas,
acompaña al corazón,
y enfría la conciencia,
del que actua sin razón.
Frío, rompeme los huesos,
y en mi piel deja tu marca;
ese sello indeleble,
que se pega en cuerpo y alma.

Frío, frío compañero,
acompañame en mi viaje
a buscar que es lo que quiero,
a buscarme, a encontrarme
Alonso Quijano
algún lugar - 31/01/10
LO QUE VEO ES SOLEDAD

Veo al cielo entreabrirse,
y enseñarme unas montañas;
veo al sol arriba erguirse,
y quemarme las entrañas.
Veo verde a mi costado,
siento frío en la piel;
Veo nubes, veo lagos,
veo un barco de papel.
Veo al fondo una cabaña,
donde guardo una promesa;
No olvidar que no me amabas
siendo, incluso, mi princesa.
Veo tanto espacio libre;
veo al fin la soledad;
no estoy solo en mi tristeza,
en la selva hay soledad.
Veo así una palmera,
que sus frutos no verá;
veo sola a esa palmera,
veo ahí la soledad.
Veo un cedro ser talado;
sin pedirlo morirá,
sin dejar su descendencia
morirá en soledad.
Es que esta se demuestra,
en la tierra y en el cielo;
en nosotros se refleja,
les daré hoy un ejemplo.
Vive solo y latiendo,
vive en ti y él morirá;
cuando amor esté sintiendo
y no lo diga ... morirá
Alonso Quijano
Aguaytia - 31/01/10